Blog de Coeducación de la Escuela de Arte de Algeciras.

miércoles, 11 de diciembre de 2013




                               NUESTRO MANIFIESTO PARA EL 25 DE NOVIEMBRE 


                         DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER 



La Violencia Machista constituye uno de los mayores atentados contra los Derechos Humanos y la dignidad de las personas, causa daño y sufrimiento a millones de mujeres en el mundo e impide alcanzar los objetivos de igualdad.
Son ya 53 el número de víctimas en lo que va de año por este motivo en España. Y según el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género ha ascendido en el segundo trimestre, el número de denuncias de violencia de género a 32.702, aumentado en un 5,9% respecto al primer trimestre de este mismo año.
La Violencia Machista no causa solo lesiones y daños físicos y psicológicos a las mujeres, sino que además, quiebra su proyecto de vida y afecta a la salud y al bienestar de ellas y de sus hijas e hijos. A ellos les toca vivir en un ambiente de conductas negativas, cuyas repercusiones afectarán a su sano desarrollo.
Naciones Unidas mantiene que la violencia en el contexto familiar puede tener importantes consecuencias para la salud y el desarrollo normal de los menores expuestos. El impacto no es sólo inmediato, sino que puede prolongarse hasta la edad adulta. La Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género reconoce que ésta “afecta también a los menores que se encuentran dentro del entorno familiar”. Existe, además, una fuerte vinculación entre el maltrato de pareja y el maltrato infantil, ya que, según estudios, en el 66% de los casos ambos pueden ir aparejados.
Según la Macroencuesta de Violencia de Género de 2011, realizada en base a un convenio del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) de una muestra de 8.000 mujeres encuestadas, el 65% tenía a su cargo hijos menores de edad cuando fueron maltratadas por su pareja.
El 54,7 % de las mujeres que tenían hijos e hijas menores cuando padecieron maltrato de su pareja o expareja, indican que los menores sufrieron directamente situaciones de violencia en algún momento. Este porcentaje, además, es más elevado en el caso de las mujeres que lo están sufriendo en el momento de la encuesta (61,7%).
La exposición a la violencia machista en el ámbito doméstico viene demostrando efectos muy negativos en la infancia: problemas físicos, alteraciones emocionales, problemas cognitivos y de conducta.
Debemos tener en cuenta, además, las consecuencias a largo plazo que están vinculadas a la transmisión intergeneracional y de perpetuación de la violencia. Los hombres que sufrieron maltrato o presenciaron violencia, tienen más posibilidades de ser violentos con sus parejas. En el caso de las mujeres, presenciar violencia hacia la madre en la niñez, aumenta el riesgo de ser víctimas en la edad adulta.
A pesar de la importancia de este fenómeno, los recursos y la protección se han centrado sobre todo en las mujeres víctimas, descuidando la necesidad que tienen los menores de una atención especializada y adaptada a sus características específicas. Se hace, por tanto, cada vez más evidente la necesidad de ampliar el foco de atención en las hijas y los hijos. También son víctimas, no sólo porque sean testigos, sino porque viven la violencia y crecen creyendo que ésta es una pauta de relación.
Es difícil cuantificar con exactitud el número de menores expuestos, ya que las estadísticas publicadas se refieren sólo a mujeres, pero un alto porcentaje de ellos (40% o 50%) acaba presentando alguna patología. El superar o no esta situación va a depender de una serie de factores como son, el grado de autoestima, las redes de apoyo, etc.